No es un reportaje sobre una carrera de Ultrafondo pero si un ejemplo concreto sobre lo que podemos hacer cuando enfocamos el objetivo de manera precisa a pesar de su dificultad inicial. En nuestra vida existen dos tipos de creencias : las creencias limitantes y las que nos abren nuevas puertas.
Solo depende de nosotros mismos para cambiar una creencia en un aliado poderoso o dejar que esa misma creencia nos ponga barreras a lo largo de la vida.
Personalmente siempre he pensado que apuntarse a una carrera de 100 km era de locos o para gente preparadísima hasta que descubrí que podía hacerlo y sobe todo disfrutarlo haciéndolo, lo que me hace pensar que si lo puede hacer uno lo puede hacer otro con una preparación adecuada.
A continuación dejo algunas imágenes del maravilloso paisaje de la sierra de Madrid donde se desarrollo la carrera.
"Cada hombre toma los limites de su propio campo visual por los limites del mundo"
Arthur Schopenhauer
Antes veía la vida como un juego extraño donde unos ganaban y otros perdían según unas leyes divinas un tanto caprichosas que por lo general se podían resumir en esas palabras "es el Destino" !
Si todo va bien la gente dice que tenemos suerte y cuando las cosas se tuercen entonces lo llamamos mala suerte y la culpa la tiene el Destino porque al fin y al cabo esta todo escrito. Y ya esta, no hay mas que hablar ! ¿ Que nos queda entonces ? Vivir los momentos felices a tope porque pronto se acabaran y si todo sale al revés y no podemos mas, pues cebarnos de pastillas como para atontar una manada de elefantes.
La vida no es así, hay un modo de cambiarla radicalmente sin dolor, sin lagrimas y sobre todo sin depender de nadie, solo de nosotros mismo. Es cuando realizamos que somos el piloto del avión y no el pasajero, cuando se produce ese cambio interno la vida deja de ser The Strange Game para ser The Amazing Game. La vida es un juego increíble donde podemos cambiar en cada momento el campo de las variantes y deslizarnos a través de la realidad sin esfuerzo ninguno. El juego de la vida se vuelve apasionante si somos consciente que lanzamos los dados nosotros pero si dejamos que otros lo hagan pronto el juego tendrá combinaciones aleatorias, estaremos bajo la influencia de los demás jugadores.
Pero nunca es tarde para dar un golpe encima de la mesa y coger los dados con fuerza para lanzarles en la buena dirección .
" Veo mi vida como una serie de oportunidades de despertar desplegándose ante de mí "
